El Sudcaliforniano
5 de enero de 2010
Elías Medina P. La Paz, Baja California Sur.- De los 150 ejemplares de tiburón ballena que existen en el golfo de California, al menos unos 40 habitan en la Bahía de La Paz, la mayor parte ubicados desde El Mogote hasta Punta Prieta y otros frente a la isla Espíritu Santo.
Aunque algunos residen de manera permanente en esta región, la mayoría llega en el mes de noviembre y permanece aquí hasta marzo. Debido al cruce permanente de embarcaciones por la bahía, el tiburón ballena enfrenta el serio peligro de ser herido por las propelas o sufrir golpes y raspones.
Según información recabada por la doctora Dení Ramírez, poco más de la mitad de los tiburón ballena de la bahía han sido heridos.
La investigadora señala que aunque esta es una especie protegida, es necesario generar una conciencia sobre su manejo y conservación; hasta ahora se sabe que buena parte de su población se agrega en bahía de los Ángeles, lugar de donde emigran a la bahía de La Paz, sin embargo se carece de información precisa sobre los lugares de reproducción, para ello, Dení Ramírez ha colocado marcas satelitales con las que actualmente se monitorea al movimiento de los tiburones.
Desde el año 2005 se ha trabajado de manera coordinada con empresas turísticas y prestadores de servicios, sin embargo la mayoría de la gente que tiene su lancha y sale al mar con fines de esparcimiento, no tiene la información sobre las medidas que se deben tomar para proteger la vida de estos especímenes, dice.
Siendo el tiburón ballena un animal bastante amigable, en algunos lugares de México y del mundo constituye un importante atractivo turístico; por ejemplo la isla de Holbox, frente a Cancún, es el destino de miles de turistas que acuden cada año a disfrutar del nado con tiburón ballena; Australia, Filipinas, Mozambique y Belice son otros destinos donde se puede disfrutar de este atractivo.
A nivel local hay varios prestadores de servicios que ofrecen esta alternativa, sin embargo no hay estimaciones sobre el impacto de esta actividad cinegética ni la economía que se genera a su alrededor, aunque se sabe que la mayor parte de los que gustan de este tipo de atractivos con turistas extranjeros, anota.
Un aspecto que llama la atención es que a diferencia de los otros santuarios del mundo, en el caso de la Bahía de La Paz regresa al siguiente año un 40 por ciento de tiburones juveniles para alimentarse, lo que refleja la importancia de este lugar como hábitat; eso no sucede en el resto del mundo, anota la investigadora.
Actualmente Dení Ramírez está realizando una investigación para ubicar los lugares de nacimiento de los tiburón ballena, y aprovechando que frente a la isla Espíritu Santo se agregan hembras preñadas, les ha colocado marcas satelitales con lo que les dará seguimiento hasta ubicar la ruta y el lugar donde las hembras dan a luz.
Aclara que el tipo de reproducción es el de un vivíparo aplacentado, es decir, las hembras cargan en su vientre a los huevos en donde se desarrollan hasta que la cría está madura y rompe el huevo para salir al agua.
La investigadora señala que hace algunos años esta especie se vio amenazada por la pesca, sin embargo la consistencia de la carne -que contiene bastante agua- no resultó atractiva para los consumidores por lo que finalmente se abandonó esta pesquería; Afortunadamente en México no tenemos ni pesca legal ni furtiva, lo que ha sido determinante para la conservación de este recurso, aunque falta mucho por hacer, finaliza.
El tiburón ballena es el pez más grande del planeta y llega a medir hasta los 15 metros de longitud; no tiene dientes y se alimenta de plancton en aguas ricas en nutrientes.
Comentario del WEBMASTER: Pueden conocer más del proyecto de Dení Ramirez en el siguiente enlace:
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